Napoleón recordó que ha toreado en su vida 109 novilladas y 59 corridas de toros que han tenido también sus consecuencias: tuvo retina desprendida, la mano para siempre dañada, sufrió un accidente en la rodilla que lo impide volver a plantarse en las plazas, pero después de todo eso, su postura es la misma."Sí, sí me gusta la fiesta brava".
"Hubo toros que yo no quería matar porque eran extraordinarios embistiendo, yo volteaba a ver al juez a ver si me decía "indultado" y no, hay jueces muy exigentes, yo una vez le di la espalda a un juez y me fui caminando y no maté al toro. No lo maté porque el toro merecía vivir, el toro necesitaba vivir porque después de que un toro es indultado tiene una vida de rey" recordó y también aclaró que él nunca fue una figura de esta actividad pero hizo un libro titulado "Yo sólo quería ser torero". Aseguró qué hay mucha gente que vive de esta actividad.
"Lo aprovechan muchos ganaderos para hacer la fiesta, al rastro qué triste porque es un animal que vale mucho".
Actualmente, Napoleón sigue toreando pero "becerras nada más", en el campo, con sus amigos.
"¿Que si vuelvo a matar un toro? ni lo pienso ni lo deseo". Agregó.
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