JOSÉ MARÍA NAPOLEÓN: MÍA NADA MÁS



Tarde a tarde espero
como preso en la ventana
inventando tu llegada,
esperando que decidas intentar.
Tarde a tarde quedó
todo a solas sin remedio
en un mar de dudas lleno,
naufragando en mi ansiedad.
No juegues conmigo,
sabes que te necesito
que sin ti pasan las horas,
que sin ti toda la vida me da igual.
Y estamos a tiempo,
no perdamos el momento
ven y corre hacia mi encuentro,
una inmensidad de amor te voy a dar...
Soy lo que quieras lo que sea
el hombre que te quiera,
tu vino, tu agua y tu pan,
quiero ser de ti como tu falda
tu nombre y tu mañana,
el alba de tu despertar.
Todo, todo lo daría, porque fueras mía, mía nadamás.

JOSÉ MARÍA NAPOLEÓN: SENSIBILIDAD Y ROMANTICISMO EN STREAMING "IRREPETIBLE"; PACO ZEA

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Napoleón, sensibilidad y romanticismo en streaming “Irrepetible”
Una velada plena de romanticismo dibujó el cantautor José María Napoleón la noche del sábado 29 de agosto como parte de su concierto virtual “Irrepetible”.

Una velada plena de romanticismo dibujó el cantautor José María Napoleón la noche del sábado 29 de agosto como parte de su concierto virtual “Irrepetible”, donde lanzó un sentido sentimiento por la pandemia.

Durante el ápice del streaming “El Poeta de la canción” lamentó: “no puedo olvidar que uno de mis buenos amigos, Yoshio, se lo llevó esta pandemia. También uno de mis queridos sobrinos está atravesando por momentos difíciles y deseo que se recupere, esta pandemia como enseñanza ha sido muy dura”.

El recital emprendió vuelo a eso de las 20:30 horas teniendo como invitado para la apertura a su hijo José María Sebastián Ruiz Alba, quien luego de un par de rolas, emergió su padre para ofrecer un recorrido por sus éxitos a la par de recientes cortes.

Tras abrir con “Ella se llamaba Martha” y “Amor de Habitación”, el maestro enunció agradecimiento a sus seguidores y músicos, a la par de discernir las complejidades de este año al que calificó: “2020 serás un dolorosísimo recuerdo”.

Con “Atrévete” continuó el andar sonoro que gozó de una producción colorida y una gran agrupación que lo acompañó aderezando el viaje donde se escuchó “Amiga mía”.

En un segmento a capela Napoléon tomó la guitarra acústica y sentado en un sofá interpretó “Canción del molino rojo” y “Tu amor y mi poema”. Ahí mismo su heredero lo entrevistó con algunas preguntas sobre su carrera y donde recordó con tristeza a su amigo Yoshio.

Retornó con su ensamble para “De vez en vez” y “Agua y sed”, dedicando a José a José “Lo que no fue, no será”. A dueto con su hijo cantaron “Hombre”, para dar seguimiento por su parte con “Eres”.

El finiquito definitivo devenía con un llamado de Napoleón a guardar la esperanza de que se saldrá delante de estos tiempos, pidiendo a su gente cuidarse con la sana distancia y el uso de cubrebocas. Instó por tratar de ser felices y hacer honor a la vida, cerrando así musicalmente con: “Vive”.

Con poco más de hora y media de espectáculo, la presentación llegaba al ocaso con el agradecimiento de “El Poeta de la canción” y sus músicos, recibiendo una ola de comentarios que los halagaban clamando que no llegara el fin.

Fotos OCESA/Zeus López

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